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Para muchos guardaparques, como Iván Wagman Olmedo, su trabajo es una vocación. Cada día que pasa en Palmas de Ocoa, Parque Nacional La Campana, en la Región de Valparaíso, espera a sus visitantes para contarles, casi como si fuera una religión, sobre la palma chilena y la importancia de la flora y fauna del lugar. Hemos estado ahí varias veces y lo hemos escuchado. Antes veíamos las palmas sin reparar realmente en ellas, casi como parte de un paisaje típicamente chileno. Estimulados por las palabras del guardaparques y su pasión, decidimos investigar y descubrimos la historia que hay detrás de esa especie que ilustra el reverso de los nuevos billetes de cinco mil pesos. El impacto fue grande al saber que de los 5 millones de palmas que había en el año 1550, hoy sólo quedan, a nivel país, 124.000 ejemplares. Esto es, ni más ni menos, que un dos por ciento. (1) Su figura alta y distinguida adorna jardines botánicos, parques urbanos y plazas públicas en Europa, Australia, África del Sur, Canadá, USA y otros lugares del mundo. Sin embargo en Chile la palma sobrevive fragmentada en 12 pequeñas poblaciones, acosada por caseríos que crecen cerro arriba y terrenos de cultivo en sus alrededores. Y, debido a los problemas de hábitat, dispersión de semillas y predación humana y animal, la Jubaea se ha ido reduciendo cada vez más. De las tres poblaciones más grandes, Palmas de Ocoa, con 62.821 ejemplares, aproximadamente, Palmas de Cocalán, Región del Libertador General Bernardo O´Higgins, con 35.000 y Palmar El Salto, Región de Valparaíso, con 6.500, sólo Ocoa es parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE). También aprendimos que la palma chilena comparte los mismos rasgos tropicales de sus parientes de las zonas cálidas; que se ha adaptado a un suelo diferente y a condiciones climáticas mucho más frías, a miles de kilómetros de distancia y que es, por lo tanto, endémica de Chile. Es la primera más austral del mundo a nivel continental, dado que existe una especie de palma más austral, pero a nivel insular. En términos estrictos, morfológicamente hablando, la palma chilena no es un árbol propiamente tal, aunque por su enorme tamaño, lo parezca. Por su estructura fibrosa, está más cerca de las hierbas. En realidad es una hierba gigante, monocotiledónea, y podría alcanzar, como especie, edades superiores a los 1.000 años y alturas de hasta 35 m. (2) Pero no es su belleza lo que la ha hecho famosa en Chile, sino su savia. Desde antes de la llegada de los españoles ya se consumía su fruto, se preparaban brebajes dulces y usaban sus hojas para cubrir techos de rucas y ramadas. Su fruto, los coquitos, que antaño los niños del campo usaban como canicas (bolitas) para jugar, son consumidos hoy por el ser humano y usados en la preparación de productos culinarios y confitería. Sin embargo, lo perverso de esta maravillosa relación es que, para cosechar el néctar que produce en su tronco, unos 300 litros, la palma es sacrificada. Ahí empiezan sus problemas. Pero hay otros igualmente perturbadores: la palma chilena, como especie, no tiene espacio para crecer. Las pequeñas poblaciones que aún permanecen, unas 11 en total, están esparcidas entre las localidades de Tilama, comuna de Los Vilos, Región de Coquimbo, por el norte y el Estero Las Palmas, Tapihue, comuna de Pencahue, Región del Maule, por el sur. Otra circunstancia que la afectó duramente, fue la quitada de territorio que sufrió durante el siglo veinte, orientada fuertemente hacia la agricultura, a las plantaciones forestales y a la ganadería. Actualmente su corta, regulada por CONAF y el SAG, está prohibida. Solo se permite su corta en casos especiales, a pedido del interesado. Los favorecidos con este permiso estarán obligados a replantar anualmente el número de arboles que les fije la institución correspondiente y atender a su cuidado y conservación. (3) La otra mayor amenaza real es la acción predadora animal y humana de sus semillas. Estas amenazas limitan su regeneración natural. Y las semillas que logran desarrollarse son consumidas por conejos, caballos y vacunos, como también por incendios provocados por el hombre. Para que las actuales poblaciones logren permanecer en el tiempo, se requiere necesariamente de conservación y reforestación efectiva. Y para lograr esto es fundamental que las amenazas, especialmente la depredación en todas sus formas, terminen. De esta manera las semillas podrían germinar y sobrevivir a las etapas posteriores post germinación y llegar a la edad adulta en su ambiente natural. Según los especialistas, “El objetivo debería ser la prohibición de la corta de Jubaea lo antes posible”. (4) La germinación en forma natural de una semilla de palma chilena, puede tomar hasta dos años y tardar entre 80 y 120 años en llegar a ser reproductivamente madura. El Libro Rojo de CONAF y el Libro Rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN (por sus siglas en inglés), clasificaron a la palma chilena como VULNERABLE. Esto significa que si su calidad de vida no mejora pasaría directamente a la categoría EN PELIGRO, por estar enfrentando un alto riesgo de extinción en su ambiente natural. Concluimos nuestra investigación con la información oficial: según el Decreto Supremo N° 51 del 2008, y de acuerdo al Reglamento de Clasificación de Especies Silvestres de la República de Chile, la Palma chilena está en la categoría de Vulnerable, para todos los efectos. Iván Wagman lo sabe y le preocupa. Por eso hace un trabajo de “joyería” con los cientos de visitantes que recorren a diario Palmas de Ocoa, educándoles en el cuidado del medio ambiente. -------------------------------------------------- * Ver nota de Iván Wagman en la sección Historias Breves * Referencias: 1 Ver páginas 78 y 79 del libro, en PDF, Plantas Amenazadas del Centro-Sur de Chile, de los autores Paulina Hechenleitner y otros. 2 Ver en internet Ficha de Antecedentes 144 / Del Fierro & Pancel 1998. 3 El D.S. Nº 259, de 1980, del Ministerio de Agricultura, en su art. 19, letra e, reconoce a la palma chilena como tipo forestal para los efectos de su corta y regeneración y en su art. 23, solo permite su corta por el método de corta selectiva, todo ello previo plan de manejo aprobado por la Corporación Nacional Forestal conforme al art. 21, del DL Nº 701, de 1974, sobre fomento forestal. 4 Ver páginas 78 y 79 del libro, en PDF, Plantas Amenazadas del Centro-Sur de Chile, de los autores Paulina Hechenleitner y otros.
Parque Nacional La Campana El perfil café-amarillento corresponde a la cumbre del cerro La Campana. El color está realzado con efectos especiales. Vista desde Cuesta La Dormida. Distribución Geográfica Palma chilena Principales Lugares Ordenados de Norte a sur Nombre / Comuna / Provincia / Región 1. Tilama / Los Vilos / Coquimbo / Coquimbo 2. Ocoa / Hijuelas / Quillota / Valparaíso 3. Llay-Llay / Llay-Llay / San Felipe / Valparaíso 4. El Salto / Viña del Mar / Valparaíso 5. Santos Ossa / Valparaíso / Valparaíso 6. Forestal Alto / Viña del Mar / Valparaíso 7. Agua Santa / Viña del Mar / Valparaíso 8. Siete Hermanas / Viña del Mar / Valparaíso 9. Paredones / Paredones / Cardenal Caro / O´Higgins 10. San Pedro de Alcántara / Paredones / Cardenal Caro / O´Higgins 11. Cahuil / Pichilemu / Cardenal Caro / O´Higgins 12. Cocalán / Las Cabras / Cachapoal / O´Higgins 13. La Candelaria / Chépica / Colchagua / O´Higgins 14. Cuesta Los Guindos / Alhué / Melipilla / Región Metropolitana 15. Palmas de Tapihue / Pencahue / Talca / Maule Otros Ejemplares aislados de reproducción natural. Limahuida Illapel - Choapa, Coquimbo Túnel Las Palmas - Quilpué, Marga Marga, Valparaíso Ossandón-Palmas de Pedegua - Petorca, Valparaíso Cerro El Roble - TilTil, Chacabuco, Región Metropolitana Botalcura - Pencahue, Talca, Maule
La Palma Vulnerable Por J. A. Araneda Nombre común Palma chilena Nombre científico Jubaea chilensis Tamaño 28 metros promedio Hábitat Chile central, paralelos 32 a 35 de latitud sur Estado de conservación Vulnerable Principales amenazas El hombre y especies animales introducidas, tales como, vacunos, caballares y conejos.
Agradecimientos Una gran experiencia Crear www.chilereal.cl fue una gran experiencia. Y no se relaciona sólo con nuestro trabajo sino al hecho de haber encontrado por el camino, personas extraordinarias dispuestas a colaborar. Nos referimos a quienes revisaron los artículos y aportaron valiosas sugerencias. En primer lugar a Christian Díaz, Administrador del Parque Nacional La Campana; a Marcia Ricci, Ingeniero Forestal, a Sofía Flores, Ingeniero en Recursos Naturales Renovables; a Iván Wagman, por su conmovedora historia y a Francisco Santander, estudiante de Post Grado en Biología, por las hermosas fotos de las Yacas. A nuestros colaboradores estables María Paz Aguirre, Antonia Antileo, Sandra Abara, Mónica Valdebenito, María Ester Rivas y Marcelo Saavedra. ¡A todos, reiteramos nuestros agradecimientos! Armando Araneda María Elena Correa Editores
El Salto Santuario de la Naturaleza Las Palmas El incendio ocurrido el 9 de abril de 2014 en Viña del Mar, alcanzó un total aproximado de 500 ejemplares. Aunque la Palma chilena tiene un tronco muy resistente al fuego su formación demora 25 a 30 años. Un incendio tiene graves consecuencias, ya que elimina de raíz la vegetación circundante. Como después la lluvia lava la ladera, la palma se desestabiliza y se acelera la erosión.
Palmas de Ocoa Parque Nacional la Campana. De todas las poblaciones de Palma chilena existentes en el país, solo Ocoa es parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, SNASPE.
Posando para la foto Valle de Ocoa, sector Las Cascadas, Parque Nacional La Campana.

Editorial Chile Real

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